Gian Lorenzo Bernini: maestro escultor y arquitecto visionario, el último genio que impulsó la transformación de Roma en la capital artística de la Cristiandad al servicio de los papas

Gian Lorenzo Bernini, destacado artista cuya prolífica carrera se extendió a lo largo de sesenta años, dejó un impacto significativo en la escena artística de la Roma de la Contrarreforma. Su legado se manifiesta en numerosas obras emblemáticas, siendo la basílica de San Pedro, con su distintivo baldaquino de bronce, la Scala Regia y la majestuosa perspectiva de la plaza, solo una parte de su extraordinario repertorio.

A pesar de no haber cursado estudios regulares y carecer de conocimientos en latín, Bernini fue elogiado por su genialidad. Su formación autodidacta junto a su padre, un escultor florentino, le proporcionó habilidades excepcionales en dibujo y escultura. El cardenal Scipione Borghese, mecenas de gran fortuna, auspició las primeras esculturas notables de Bernini en los jardines de la villa Borghese.

Bernini fue comparado con un nuevo Miguel Ángel, un «hombre universal» capaz de llevar el arte católico a nuevas alturas de perfección, como se evidencia en obras como «El rapto de Proserpina» y «Apolo y Dafne». Su virtuosismo técnico y expresividad le valieron fama instantánea, elogios que se reflejaron en las palabras de Chantelou, destacando «un talento completamente particular para expresar las cosas con la palabra, el rostro y la gesticulación».

En 1623, el acceso al trono papal de Urbano VIII propulsó a Bernini al centro del escenario artístico. Encargado por el pontífice, embelleció la basílica de San Pedro con el baldaquino y la tumba monumental. A pesar de conflictos y humillaciones durante el papado de Inocencio X, Bernini continuó creando obras maestras, como la capilla Cornaro con la extraordinaria escultura «El éxtasis de Santa Teresa».

Su ingeniosa estratagema para ganarse el favor de Inocencio X le llevó a diseñar la famosa fuente de los Cuatro Ríos, inaugurada en 1651. Bajo el patrocinio de Alejandro VII, Bernini remodeló la plaza de San Pedro, aunque sus proyectos costosos generaron críticas. Su breve visita a la corte de Luis XIV en París estuvo marcada por desacuerdos con arquitectos locales y proyectos rechazados para la remodelación del Louvre.

En sus últimos años, Bernini enfrentó escándalos personales, pero su dedicación artística no menguó. A los 80 años, completó la tumba del papa Alejandro VII y falleció al año siguiente. Sus funerales, celebrados en Santa Maria Maggiore, reflejaron el reconocimiento a un hombre que logró que «la gloria de Roma ilumine el siglo».

Gian Lorenzo Bernini

(Nápoles, Italia, 7-XII-1598 — Roma, Italia, 28-XI-1680). Arquitecto, escultor y pintor italiano.

Gian Lorenzo Bernini
Gian Lorenzo Bernini, destacado escultor, arquitecto y pintor italiano, dejó una huella imborrable en la escena artística de su época. Reconocido como el principal escultor de su generación, se distinguió por ser el creador del estilo escultórico barroco. Su prolífica carrera se desarrolló principalmente en Roma, donde sus obras perduran como testamento de su genialidad.
Nombre	Gian Lorenzo Bernini
Nacimiento	7 de diciembre de 1598 Nápoles  Italia
Fallecimiento	28 de noviembre de 1680 Roma  Italia
Ocupación	Escultor, pintor y arquitecto
Padres	Angelica Galante y Pietro Bernini

Introducción

Es el artista más representativo, junto con Francesco Borromini, del barroco italiano del s. XVII, y verdadero constructor de la Roma barroca.

«hombre excepcional, artífice sublime, nacido por disposición divina y para que la gloria de Roma ilumine el siglo.»

papa Urbano VIII

Vida y obra

Se formó en el taller de escultura de su padre, Pietro Bernini (Sesto, Italia, 6-V-1562 – Roma, 29-VIII-1629). Bajo la protección de siete pontífices tuvo ocasión de realizar su polifacética actividad. En su carrera influyó decisivamente, en concreto, la protección que le dispensaron Urbano VIII (1623-1624) y Alejandro VII (1655-1657).

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