El 29 de marzo de 1974, un campesino descubrió la cámara que alberga el ejército de terracota en Xi’an, conocido como los guerreros de terracota del emperador Qin Shihuang, el primer emperador de China. Este emperador ordenó la construcción de un monumental mausoleo para pasar la eternidad protegido por un impresionante ejército de guerreros de terracota.

Mausoleo del primer emperador Qin

Mausoleo de Qin Shi Huang o Mausoleo del Primer Emperador Qin Patrimonio de la Humanidad — Unesco
Sala de Exhibiciones del Museo de Guerreros y Caballos de Terracota. El primer emperador de China, Qin Shi Huang Ti, se preocupó de su sepultura incluso antes de su acceso al poder supremo.
Coordenadas	34°23′6.2″N 109°16′23.2″E / localizar, localizar
País	China
Tipo	Cultural
Criterios	i, iii, iv, vi
N° identificación	441
Región²	Asia y Oceanía
Año de inscripción	1987 (XI sesión)
1 Nombre oficial según Unesco 2 Clasificación según Unesco

Situación:
En la provincia de Shaanxi, unos 35 kilómetros al este de su capital, Xi’an. En este sitio arqueológico, descubierto solamente en 1974, quedan sin duda miles de estatuas por desenterrar. Aquí yacen los despojos mortales de Qin –primer unificador de China, muerto el año 210 a.C.– en el centro de un conjunto monumental que reproduce el trazado urbanístico de su capital, Xianyan. El emperador estí¡ rodeado por un ejército de guerreros de terracota que se han hecho célebres en mundo entero. Estos personajes, todos ellos diferentes, y sus caballos, carros de combate y armas, son obras maestras del realismo y constituyen un testimonio histórico de valor incalculable. Fuente: Unesco
Patrimonio de la humanidad desde:	1987

Este importante yacimiento arqueológico fue encontrado por casualidad en 1974, cuando tres agricultores perforaban un pozo a un kilómetro y medio del recinto exterior del túmulo. Hallaron una fosa que contenía imponentes figuras de guerreros de terracota.

A mediados del siglo II a. de C, cien años más tarde, el historiador chino Siam Qian narraba con estas palabras, en su biografía del Primer Emperador, la construcción de la ciudad funeraria en el monte Li.

Debido a que la antigua capital del imperio se encontraba cerca de este enclave, es muy probable que los emperadores de la posterior dinastía Han, cuyos gobiernos describió también Siam Qian, mandaran construir mausoleos de este estilo, de acuerdo con su rango.

Pero el cronista sólo trató de forma tan explícita la tumba del Primer Emperador. En ninguna época de la historia china se ha realizado un esfuerzo parecido para construir la morada en el otro mundo de un «Hijo del Cielo».

A ojos del historiador, la tumba era un claro reflejo de la personalidad del unificador del imperio, quien con sus hazañas políticas y militares, sus conquistas y proyectos de construcción ensombreció todas las exigencias de poder conocidas anterior y posteriormente.

Los soldados de terracota

Pero Siam Qian no mencionó nada sobre los ejércitos de terracota. Nadie sabía de ellos hasta que, en marzo de 1974, un par de campesinos del cercano pueblo de Yangeun perforaron un pozo en el monte Li.

Al dar con algunos fragmentos, los arqueólogos acudieron inmediatamente, y pronto se confirmó el sensacional descubrimiento.

Tras la lógica euforia de los momentos iniciales, se desenterraron en primer lugar figuras de soldados, de 1,8 hasta casi 2 metros de altura, así como de caballos oficiales, hechos de barro cocido (terracota) y con restos de sus pinturas originales.

Es curioso observar que ningún soldado es igual a otro, y si bien las piernas, el cuerpo y los brazos están realizados en serie, cada rostro fue elaborado individualmente.

Asimismo, las partes producidas en serie mediante moldes tampoco son absolutamente iguales, sino que sorprenden por su riqueza de formas: soldados con y sin escudo, luchadores desarmados y guerreros armados en diferentes posturas de cuerpo y brazos, así como aurigas y arqueros.

La forma de cubrirse la cabeza, en alusión al rango de cada soldado, es también un elemento variable.

Así, algunos llevan un sencillo pañuelo atado alrededor de un moño, mientras que otros llevan la cabeza cubierta por artísticas arrugas, que les reconocen como oficiales o mayores. Por último, también sus tocados son distintos.