El 17 de noviembre de 1796 muere Catalina la Grande, la zarina más poderosa

Cuando la princesa Sofía de Anhalt-Zerbst llegó a Rusia en 1744 para contraer matrimonio con el heredero al trono, nadie podría haber predicho que se convertiría en una de las zarinas más destacadas de la historia. A sus escasos 15 años, siendo extranjera y perteneciendo a la nobleza de un pequeño principado alemán, enfrentó el desafío de ser aceptada y admirada en su nuevo país. Catalina se esforzó por aprender rápidamente el ruso, se integró en la corte y abrazó la fe ortodoxa, adoptando el nombre con el que pasaría a la historia: Yekaterina, o Catalina.

El esposo de Catalina, el zar Pedro III, carecía del carácter que poseían su tía y su esposa. Tras la muerte de la emperatriz Isabel en 1762, quedó claro que aquel «niño en el cuerpo de un hombre», como lo denominaba despectivamente su esposa, no tenía la capacidad de liderar un imperio. Más inclinado a la caza y a recrear batallas con soldaditos de plomo en sus aposentos, Pedro III ocupó el trono por un breve período, de enero a julio de ese mismo año. Catalina, respaldada por gran parte de la corte, dio un golpe de Estado para arrebatarle el poder, y él aceptó de buena gana. Pidió retirarse a una lujosa villa con su amante y llevarse su violín favorito, solicitud que fue concedida. Sin embargo, un mes después, falleció en circunstancias misteriosas, posiblemente estrangulado por orden de uno de los amantes de Catalina.

Habiendo apartado a su esposo del poder, Catalina gobernó Rusia con mano firme durante casi 35 años. Aunque no era de nacimiento una Romanov, demostró un interés por su país de adopción mucho mayor que el zar depuesto. Educada por tutores franceses en su juventud, estuvo en contacto con las ideas de la Ilustración y mantuvo correspondencia con pensadores como Voltaire y Diderot. A pesar de sus intentos por modernizar el país e implementar un cierto grado de monarquía parlamentaria, estas medidas no prosperaron y la propia emperatriz renegó de ellas al estallar la Revolución Francesa, temerosa de que la situación se reprodujera en Rusia.

Aunque no tuvo éxito en la política interior, Catalina gozó de más suerte en asuntos exteriores. Bajo su liderazgo, Rusia se expandió en todos los frentes, ganando territorio en el Báltico a expensas de Polonia y obteniendo acceso al Mar Negro a costa del Imperio Otomano. Con estos logros, el Imperio Ruso se consolidó como la potencia hegemónica en el este de Europa. La zarina también fomentó la inmigración de profesionales cualificados de Europa, especialmente de países de habla alemana, importando así la modernización tecnológica e ideológica de la Ilustración. Sin embargo, también sembró la semilla de un problema que el país arrastraría durante el resto de su historia: la integración de un gran número de etnias y culturas en un molde diseñado según las características de la Rusia europea.

Algunos aspectos destacados de su reinado incluyen:

  1. Ascenso al Trono: Catalina II ascendió al trono a través de un golpe de Estado en 1762, que derrocó a su esposo, el zar Pedro III. Este evento marcó el comienzo de su reinado, que se prolongó durante 34 años.
  2. Modernización y Reformas: Catalina la Grande es recordada por sus esfuerzos en la modernización de Rusia. Inspirada por las ideas de la Ilustración, implementó reformas en áreas como la administración gubernamental, la educación, la cultura y la economía. Sin embargo, estas reformas fueron limitadas y no afectaron significativamente a la servidumbre, un sistema que mantenía a gran parte de la población atada a la tierra.
  3. Expansión Territorial: Durante su reinado, Catalina presidió una serie de exitosas campañas militares que ampliaron significativamente los territorios del Imperio Ruso. Esto incluyó la anexión de Crimea, así como la expansión hacia el sur y el oeste.
  4. Cultura y Artes: Catalina la Grande fue una mecenas de las artes y la cultura. Contribuyó al desarrollo cultural de Rusia, fomentando el florecimiento de las artes, la literatura y la arquitectura. Fundó la Academia Rusa de las Artes y construyó el Hermitage en San Petersburgo como un impresionante complejo de museos.
  5. Relaciones Exteriores: Mantuvo relaciones complejas con otras potencias europeas. Aunque buscó modernizar y occidentalizar Rusia, también buscó preservar los intereses de su imperio en el contexto europeo.
  6. Legado: Catalina la Grande es recordada como una de las gobernantes más destacadas de Rusia y una de las pocas mujeres que gobernaron el país. Su reinado dejó una huella duradera en la historia rusa, y su contribución a la cultura y las artes sigue siendo evidente en la Rusia contemporánea.

Catalina II

(Stettin, PomeraniaReino de Prusia [actual SzczecinPolonia], 2-V-1729 – San PetersburgoImperio ruso, 17-XI-1796). Sophie Friederike Auguste von Anhalt-Zerbst. La Grande. Zarina de Rusia de 1762 a 1796.

Catalina II de Rusia, la Grande
Emperatriz y Autócrata de Todas las Rusias

Retrato de Catalina II de Rusia, con traje de gala (1770).
Óleo sobre lienzo de Dmitri Gregórievich Levitski.
Museo del Ermitage (San PetersburgoRusia).
Reinado9 de julio de 1762 – 17 de noviembre de 1796
Nombre realSophie Friederike Auguste von Anhalt-Zerbst
Nacimiento2 de mayo de 1729
Szczecin
Pomerania
Flag of Prussia 1892-1918.png Reino de Prusia
Fallecimiento17 de noviembre de 1796 (67 años)
San Petersburgo
Bandera de Rusia Imperio Ruso
EntierroCatedral de San Pedro y San Pablo
San Petersburgo
PredecesorPedro III de Rusia
SucesorPablo I de Rusia
ConsortePedro III de Rusia
DescendenciaPablo I (legítimo)
Anna Petrovna (1757-1759) (ilegítima)
Alekséi
DinastíaRománov
PadreCristian Augusto de Anhalt-Zerbst
MadreJuana Isabel de Holstein-Gottorp

Resumen

Hija del príncipe Cristián Augusto de Anhalt-Zerbst. Aprovechando el descontento de la noblezaCatalina II de Rusia promovió el levantamiento de la guardia imperial contra su esposo (1762), el zar Pedro III de Rusia.

Proclamada zarina, se afanó en convertir Rusia en una gran potencia, para lo cual introdujo reformas administrativas y expansionó el imperio, apoyándose siempre en la nobleza, que a cambio fue reafirmada en su poder social y económico.

Mujer culta, fue amiga de los principales filósofos de la época (VoltaireDenis DiderotJacob Grimm). Su poder autocrático suprimió la autonomía ucraniana y confiscó los bienes de la Iglesia ortodoxa (1764).

En 1775 inició una gran reforma administrativa, dando por primera vez a Rusia una estructura administrativa centralizada (1775). También se crearon nuevos tribunales de justicia, separándose por primera vez el poder ejecutivo del judicial.

La nobleza fue favorecida —se le confirmaron (1785) las dispensas del servicio militar y el dominio sobre los siervos de la gleba, obtenidas anteriormente—, pero quedó sometida a la autocracia real. La alianza monarquíanobleza se reforzó al producirse un levantamiento de cosacos y siervos dirigidos por Yemelián Pugachov (1773-1774).

Desde 1768 intervino en la política polaca y se benefició de los repartos de Polonia, obteniendo así Lituania. Asimismo se enfrentó a Turquía (1768), apoderándose de la orilla norte del mar Negro y de Crimea en los tratados de Küçük-Kajnardza (1774) y Iasi (1792).

Las estepas de Crimea fueron colonizadas por inmigrantes extranjeros, y se fundaron nuevas ciudades como Jersón (1778) y Sebastopol (1784). El absolutismo ilustrado de Catalina II intentó también una reforma escolar (1786).

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Pedro I y Catalina de Rusia. Federico el Grande y María Teresa de Austria

Caricatura sobre la disposición real según la cual los hombres debían afeitarse las barbas. Reformas introducidas por el zar Pedro I para la modernización y «europeización» de Rusia.

Introducción

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