Ayer Machu Picchu conmemoró la llegada y descubrimiento científico por parte del explorador estadounidense Hiram Bingham de la ciudadela hace 100 años. Para celebrarlo se realizó una fiesta de luz y color organizada por parte de las autoridades peruanas en homenaje al santuario arqueológico.
Los restos arqueológicos de Machu Picchu están ubicados en una de las zonas más elevadas de los Andes centrales, muy cerca de Cusco (o Cuzco), la antigua capital del imperio inca. La ciudad fue construida en un estrecho altiplano, situado a unos 2.400 metros de altitud y dominada por el escarpado pico del Huayna-Picchu. Abandonada por sus antiguos pobladores en una época indeterminada, quedó cubierta por la vegetación durante siglos. Aunque los habitantes de la región creían en su mítica existencia, no fue realmente descubierta hasta 1911, cuando llegó a ella la expedición encabezada por el estadounidense Hiram Bingham, de la Universidad Yale. En aquella época, las ruinas sólo eran accesibles a través de un camino difícil y montañoso, que partía de la cercana localidad de Ollantaytambo.
Machu Picchu es uno de los escasos núcleos urbanos precolombinos conservados prácticamente en su totalidad. Construido en piedra, con grandes bloques graníticos unidos sin necesidad alguna de mortero, fue edificado según una concepción urbanística unitaria, dentro de la cual se han podido identificar distintos sectores o barrios con diferentes funciones.
En la parte oeste se descubrieron vestigios arquitectónicos de lo que pudo ser, presumiblemente, una zona destinada al culto; entre ellos los de un templo, edificado con piedras monumentales, que aún conserva un ara de sacrificio. El observatorio astronómico, o intihuatana, se levantó en un lugar de gran belleza, con el Huayna-Picchu al fondo, y desde él los incas pudieron estudiar los movimientos del Sol. En el sector residencial se descubrieron restos de más de 150 viviendas, quizás pertenecientes a la nobleza, construidas también con bloques graníticos ciclópeos. Se cree que pudieron tener dos pisos y unas techumbres compuestas de paja y barro. Otro edificio famoso es la llamada Casa de la Ñusta, muy cerca de las terrazas de cultivos, que pudo ser tal vez una zona de baños y de la que se conservan varias puertas trapezoidales con enormes dinteles.
Las investigaciones históricas parecen mostrar que Machu Picchu no tuvo un destacado papel en la cultura inca y se piensa que, por su carácter estratégico y defensivo, debió de servir de refugio a los altos dignatarios del imperio.
Hiram Bingham
(Honolulu, Hawai, Estados Unidos, 19-XI-1875 – Washington, Estados Unidos, 6-VI-1956). Explorador, arqueólogo y político estadounidense. Hombre de múltiples habilidades e intereses, Hiram Bingham logró un puesto destacado en la nómina de los exploradores del pasado de Sudamérica cuando, en 1911, localizó Machu Picchu, la ciudad perdida de los incas, en una zona de los Andes peruanos que ni siquiera los conquistadores españoles habían explorado.
Hiram Bingham nació en Honolulu, Hawaii, el 19 de noviembre de 1875. De su padre, un conocido misionero del Pacífico, aprendió cómo escalar montañas, una habilidad que le sería sumamente útil en el futuro. En 1906, para reforzar su capacidad como profesor de historia de la América latina… >> Seguir leyendo sobre Hiram Bingham en Gran Enciclopedia Iberoamericana
La ciudadela que marcó el apogeo de la civilización inca, celebró ayer los primeros 100 años desde su descubrimiento.
Ayer Machu Picchu conmemoró la llegada y descubrimiento científico por parte del explorador estadounidense Hiram Bingham de la ciudadela hace 100 años. Para celebrarlo se realizó una fiesta de luz y color organizada por parte de las autoridades peruanas en homenaje al santuario arqueológico.
Los restos arqueológicos de Machu Picchu están ubicados en una de las zonas más elevadas de los Andes centrales, muy cerca de Cusco (o Cuzco), la antigua capital del imperio inca. La ciudad fue construida en un estrecho altiplano, situado a unos 2.400 metros de altitud y dominada por el escarpado pico del Huayna-Picchu. Abandonada por sus antiguos pobladores en una época indeterminada, quedó cubierta por la vegetación durante siglos. Aunque los habitantes de la región creían en su mítica existencia, no fue realmente descubierta hasta 1911, cuando llegó a ella la expedición encabezada por el estadounidense Hiram Bingham, de la Universidad Yale. En aquella época, las ruinas sólo eran accesibles a través de un camino difícil y montañoso, que partía de la cercana localidad de Ollantaytambo.
Machu Picchu es uno de los escasos núcleos urbanos precolombinos conservados prácticamente en su totalidad. Construido en piedra, con grandes bloques graníticos unidos sin necesidad alguna de mortero, fue edificado según una concepción urbanística unitaria, dentro de la cual se han podido identificar distintos sectores o barrios con diferentes funciones.
En la parte oeste se descubrieron vestigios arquitectónicos de lo que pudo ser, presumiblemente, una zona destinada al culto; entre ellos los de un templo, edificado con piedras monumentales, que aún conserva un ara de sacrificio. El observatorio astronómico, o intihuatana, se levantó en un lugar de gran belleza, con el Huayna-Picchu al fondo, y desde él los incas pudieron estudiar los movimientos del Sol. En el sector residencial se descubrieron restos de más de 150 viviendas, quizás pertenecientes a la nobleza, construidas también con bloques graníticos ciclópeos. Se cree que pudieron tener dos pisos y unas techumbres compuestas de paja y barro. Otro edificio famoso es la llamada Casa de la Ñusta, muy cerca de las terrazas de cultivos, que pudo ser tal vez una zona de baños y de la que se conservan varias puertas trapezoidales con enormes dinteles.
Las investigaciones históricas parecen mostrar que Machu Picchu no tuvo un destacado papel en la cultura inca y se piensa que, por su carácter estratégico y defensivo, debió de servir de refugio a los altos dignatarios del imperio.
Hiram Bingham
(Honolulu, Hawai, Estados Unidos, 19-XI-1875 – Washington, Estados Unidos, 6-VI-1956). Explorador, arqueólogo y político estadounidense. Hombre de múltiples habilidades e intereses, Hiram Bingham logró un puesto destacado en la nómina de los exploradores del pasado de Sudamérica cuando, en 1911, localizó Machu Picchu, la ciudad perdida de los incas, en una zona de los Andes peruanos que ni siquiera los conquistadores españoles habían explorado.
Hiram Bingham nació en Honolulu, Hawaii, el 19 de noviembre de 1875. De su padre, un conocido misionero del Pacífico, aprendió cómo escalar montañas, una habilidad que le sería sumamente útil en el futuro. En 1906… >> Seguir leyendo la biografía de Hiram Bingham en Enciclopedia Iberoamericana