Una nueva familia de fármacos que dan al sistema inmunitario la capacidad de destruir células tumorales ha conseguido eliminar el cáncer en pacientes con metástasis que se habían quedado sin ninguna otra opción de tratamiento.
Estos nuevos fármacos son el avance más importante en tratamiento del cáncer desde la llegada de las llamadas terapias moleculares hace quince años, según una opinión compartida por expertos que participan en el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica que se celebra en Chicago.
Pese a los prometedores resultados obtenidos en ensayos clínicos, los nuevos fármacos aún no están aprobados en Estados Unidos ni en Europa, por lo que no están al alcance de la gran mayoría de pacientes.
“Habrá un antes y un después de estos fármacos. Son los que tendrán un mayor impacto en el mundo de la oncología en los próximos años”, vaticina Antoni Ribas, de la Universidad de California en Los Angeles, que ha dirigido uno de los principales estudios de los nuevos fármacos presentados en el congreso de Chicago.
Conocidos como inhibidores de PD-1 y de PD-L1, los nuevos fármacos representan un avance conceptual en el tratamiento del cáncer. Si la mayoría de terapias utilizadas hasta ahora –y que se seguirán utilizando- se basan en atacar directamente las células tumorales, la nueva estrategia se basa en habilitar el sistema inmunitario para que sea él quien ataque estas células.
Para conseguirlo, los fármacos bloquean las proteínas que el tumor utiliza para evadirse del sistema inmunitario. De este modo, el sistema inmunitario puede reconocer las células cancerosas como elementos indeseables y destruirlas. De ahí que estos nuevos tratamientos se conozcan como inmunoterapias.