Marco Polo, un explorador veneciano, alcanzó China y su obra «Il Millione» reveló detalles sobre el papel moneda y las costumbres de culturas poco conocidas, junto a las grandiosas creaciones del emperador mongol. No obstante, sus crónicas a veces eran vistas como ficciones.
Cuando Marco Polo enfrentaba la muerte, un pariente le pidió corregir exageraciones en sus crónicas. Polo, indignado, afirmó haber contado solo la mitad de lo vivido. El familiar dudaba de los relatos de «Il Millione», rebautizado como «Los viajes de Marco Polo», que fascinaban y desconcertaban a Europa por su descripción del lejano oriente.
Incluso 700 años después de su muerte, en 1324, persisten dudas sobre sus relatos. Marco Polo, como Miguel de Cervantes con «Don Quijote», redactó sus historias en prisión, pero a diferencia de Cervantes, Polo dictó sus memorias a Rustichello de Pisa, otro prisionero.
Las crónicas de Polo, a diferencia de la ficción total de Cervantes, se presentan como relatos de viaje. Se asemejan más a «Relación del primer viaje alrededor del mundo» de Antonio Pigafetta, otro italiano que escribió sobre la circunnavegación de Magallanes.
Publicado hacia 1298, el manuscrito de Polo causó sensación, abriendo una ventana al exótico Oriente. En una época donde Europa conocía poco más allá del Oriente Medio, y las noticias del Extremo Oriente eran escasas, los relatos de Polo, aunque acusados de ser más imaginación que realidad, eran fascinantes.
Polo y su escriba aclararon en el prólogo que sus historias incluían no solo lo visto por él, sino también lo contado por otros. Su relato mezcla descripciones geográficas precisas con historias fantásticas, como islas de caníbales y hombres con cabeza de perro.
Nacido en 1254 en una familia de mercaderes venecianos, Marco Polo se unió a un viaje a China en 1271 con su padre y tío. Conocieron al líder mongol Kublai Kan, quien quedó impresionado por Polo, asignándole roles importantes en su corte.
Marco Polo describió detalladamente la corte mongol y la vida en China. Sus relatos abarcaban desde la moneda de papel hasta las estaciones postales de Kublai Kan, impactando a los europeos con su descripción de costumbres y tecnologías desconocidas.
Tras 17 años en China, Polo regresó a Venecia, llevando consigo historias que maravillarían a todos. Capturado por Génova, dictó sus aventuras a Rustichello de Pisa en prisión, creando un manuscrito que lo hizo famoso pero también blanco de críticas.
Aunque algunos detalles de sus relatos generan dudas, como la omisión de la Gran Muralla o el té, gran parte de su información fue validada con el tiempo. Marco Polo murió en Venecia en 1324, dejando un legado de exploración y descubrimiento.