El 30 de septiembre de 1955 murió aprisionado entre los hierros de su Porsche 550 syder James Dean, el actor joven más prometedor de Hollywood y espejo viviente para miles de adolescentes americanos en menos de un año, y con sólo dos películas estrenadas, había centrado el interés de críticos y periodistas con su rostro aniñado, su permanente gesto de hastío, su pasión por el riesgo y su desprecio por las convenciones sociales.
Su temprana muerte con sólo 24 años, al volante de su Porsche que conducía a 160 kilómetros por hora, le convirtió mito. ‘Vive joven, muere joven y serás un hermoso cadáver’, había manifestado James Dean en más de una ocasión. Dean, convertido en ídolo juvenil de calibre, había protagonizado sólo tres películas: Al este del Edén, Rebelde sin causa y Gigante. Esta última, que aún no se había estrenado en el momento del accidente, redondea su trayectoria profesional, poniendo el broche final a un recorrido interpretativo sin parangón
Consagración y muerte de James Dean
Dean Murio entre los hierros de su Porsche 550 Spider cuando se dirigía, en compañía de un amigo mecánico, a una carrera en Salinas.
… partidarios de arriesgarse con rostros desconocidos. Gracias a la confianza y al apoyo de Kazan, James Dean volvió a Hollywood, entrando esta vez por la puerta grande. Y aunque la incertidumbre y …
