Muere enfermo de gota en Valladolid, sin conocer que en su exploración había dado con un continente desconocido hasta entonces por los europeos de su época y al que se dará el nombre de América, fruto de un equívoco al asignar su descubrimiento a Américo Vespuccio. Durante todos esos años, vivió pensando que había descubierto unos territorios que formaban parte de las Indias.
«A primera vista, Colón llegó a la conclusión de que aquella hermosa isla de lujuriante vegetación tropical muy bien podría ser Catay, ya que desechaba la idea de que se tratara de Cipango por la ausencia de palacios y las magnificencias descritas por Marco Polo. Para confundirle más, los indios hablaron al descubridor de un rey Cami, que poseía grandes riquezas, al cual identificó con el Gran Khan.
Esta manía de Colón de confundir los nombres geográficos y patronímicos de los indios con los personajes y las ciudades de sus lecturas fabulosas, será en él frecuente, pues todavía no tenía la menor sospecha de que estaba asistiendo a la incorporación a la historia universal de un mundo inédito.»
El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón y varios de los marinos de la expedición desembarcaron en tierras desconocidas. Al llegar a la playa, Colón, arrodillado, agradeció haber llegado con vida a la nueva tierra. A continuación, plantó el estandarte de sus soberanos, y después cortó algunas ramas con su espada. Así, con esta acción simbólica, declaró su toma de posesión de la nueva tierra en nombre de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los Reyes Católicos.
Los españoles fueron recibidos con mucha amabilidad y cortesía por los indígenas, que observaban con estupefacción la indumentaria y la apariencia general de los españoles. Estos indios eran los tainos, que poblaban el archipiélago de las Bahamas. La isla era conocida como Guanahaní, pero fue rebautizada por Colón con el nombre de San Salvador.
A pesar de la fascinación que sintieron por los indígenas, Colón tenia como una de sus misiones principales la de llevar riquezas en su vuelta a España. Así, comenzó una búsqueda de oro por la isla, pero al no encontrar apenas rastros, la flota retomó el mar en busca de otras islas donde pudieran encontrar riquezas y mercancías de valor antes de volver a España. En esto toparon con una isla mucho más extensa, a la que bautizaron Hispaniola (La Española), la que en la actualidad comparten los estados de la República Dominicana y Haití.
La víspera de Navidad, por la noche, una de las tres carabelas, la Santa María, se estrelló contra los arrecifes al regreso de una exploración. Con los restos de la nave se construyó un fortín, donde permanecieron los 39 hombres que no pudieron embarcar en las dos carabelas restantes. Así, el 4 de enero de 1493, la Pinta y la Niña iniciaron el viaje de vuelta a España.
El 15 de marzo de 1493, la Pinta, comandada por Colón, llegó al puerto de Palos de la Frontera (Huelva) —después de haber tomado pie en primer lugar en el puerto gallego de Baiona (Pontevedra)—. Más tarde llegó, al mismo puerto, la Niña, dirigida por Martín Alonso Pinzón, quién murió poco tiempo después de la arribada. A su llegada, Colón decidió dirigirse a Barcelona, donde le esperaban los Reyes Católicos. Emprendió el viaje por tierra, encabezando un cortejo que estaba formado por sus marines, un grupo de indígenas desnudos llevando plumas y unos papagayos. El cortejo impresionó a Fernando y a Isabel, pero estaban decepcionados ya que no eran esas las riquezas que esperaban a la vuelta del Almirante.
Colón realizó tres viajes más, pero todos ellos no fueron más que desalentadores para el Almirante. De vuelta a la nueva tierra descubrió que el fortín había sido destruido y que todos sus hombres habían muerto. Además, Colón nunca fue consciente de su hallazgo y cada vez más soportaba una mayor presión sobre los resultados obtenidos en sus exploraciones.
El 7 de noviembre de 1504, de retorno de su último viaje, desembarcó en España, poco antes de la muerte de la reina Isabel. Totalmente abandonado, el navegante murió el 20 de mayo de 1506 en Valladolid. Durante todos esos años vivió pensando que había descubierto unos territorios que formaban parte de las Indias (es decir, de Asia). Murió pensando esto y, sobre todo, desconociendo que lo que en realidad era la tierra que había pisado, y las gentes que había encontrado, no era otro que el Nuevo Mundo. Fue un amigo de Cristóbal Colón, el florentino Américo Vespucio, quien acabó apropiándose el descubrimiento en sí. En 1499 siguió el camino marcado por Colón y se dirigió a la costa de Venezuela. En 1506, pocos años después de la muerte de Colón, publicó Mundos Novas, donde pretendía demostrar que fue él el verdadero descubridor del nuevo continente, afirmando que Colón se había limitado a tomar pie en islas, y no en tierra firme continental. Es por ello que el cosmógrafo alemán Waldeseemüller, conocedor de este relato y no de la historia verdadera del descubrimiento y exploración colombinos, bautizó ese Nuevo Mundo con el nombre de Americi Terra (‘Tierra de Américo’).
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(¿Génova?, Italia, ¿1451? – Valladolid, 20-V-1506). Navegante y descubridor. Hermano de Bartolomé y Diego y padre de Diego y Hernando. La problemática suscitada entre los historiadores sobre su lugar y fecha de nacimiento se originó desde las primeras obras que abordaron el relato de su vida y sus viajes, a causa de la escasa información ofrecida en ellas tanto sobre su origen como sobre los primeros años de su existencia. Sin embargo, en la actualidad se halla generalmente admitido su origen genovés, principalmente a partir de la publicación de la Raccolta Colombiana (1892-1896), recopilación de documentos extraídos de los archivos de protocolos notariales genoveses que proporcionan datos sobre las actividades de Cristóbal Colón… >> Seguir leyendo sobre la biografía de Cristóbal Colón en Gran Enciclopedia de España.
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