(Porto ou Sabrosa, Tras-os-Montes, Portugal, h. 1480 – isla de Mactán, Filipinas, 27-IV-1521). Fernão de Magalhães. Navegante. Miembro de una estirpe vinculada con la baja Nobleza, era hijo de Rodrigo de Magalhães y de Alda de Mesquita, bien relacionados con la Corte, circunstancia que le permitió llegar a ser paje de la reina Leonor y disfrutar de “vara alta” en la Casa Real. Durante el reinado de Manuel el Afortunado (1495-1521), tuvo importantes informaciones y contactos que determinaron su vocación aventurera, probablemente por influjo del gran navegante Juan de Lisboa, quien habría de ir como piloto mayor en el viaje a la península indostánica. Entre 1505 y 1513, Magallanes fue un asiduo de las expediciones a la India y Malaca con los virreyes Almeida y Alburquerque; combatió también en África, concretamente en la captura de Mombasa y Quiloa; y participó en el combate naval de Diu (1509), en el que los portugueses se hicieron con el control de la navegación desde el golfo Pérsico hasta el Océano índico. Más tarde, sus disensiones con Alburquerque -que ya manifestaban el genio fortísimo del nauta-le obligaron a regresar a Portugal en 1513 y decidió incorporarse, junto con su hermano Diego de Sousa, a la expedición a
Marruecos encabezada por el duque de Braganza; participó en la captura de la c. de Azamor, que le dejó el recuerdo permanente de una cojera visible, resultado de una herida en la pierna. Viendo sus servicios mal recompensados, se desnaturalizó del rey de Portugal en 1516 y, asociado con el cosmógrafo Ruy Faleiro, pasó a ofrecer sus servicios a la Corte española. La línea de demarcación oceánica acordada entre España y Portugal por el Tratado de Tordesillas (1494, v. Tordesillas, Tratado de -), fijada sobre un meridiano a 370 leguas al O. de Cabo Verde, convertía en imperativa la necesidad de alcanzar el paso hacia Asia, algo que ya se había constituido en una constante de los viajes colombinos y que venía hurtándose como una maldición. El último fracaso, el correspondiente a la expedición de Díaz de Solís, que había concluido trágicamente en el Río de la Plata (1516), convirtió en muy oportuna la oferta de Magallanes de alcanzar las islas Molucas o de las Especias, que, según sus cálculos y de acuerdo con las informaciones que había adquirido durante su estancia en Malaca y la hipotética delineación de antemeridiano, se localizaban en la parte española. Se trataba, pues, de afrontar un nuevo intento para encontrar el paso hacia el mar del Sur, partiendo del punto de retorno de la expedición de Solís. Carlos I (1516-1556) aceptó el proyecto y acordó capitulación con Magallanes y Faleiro en Valladolid el 22-III-1518. Leer más…