Hoy se cumplen 30 años del fallecimiento de Josep Pla i Casadevall, uno de los escritores en lengua catalana más destacados del siglo XX. No sólo fue una pieza esencial para la modernización de la lengua catalana y para la divulgación de las costumbres y tradiciones locales, sino que su calidad literaria e intelectual lo erige en una de las figuras señeras de la escritura europea del siglo pasado.
Su fallecimiento coincide, precisamente, con la celebración del Día de San Jorge, declarado Día Internacional del Libro por la Unesco porque ese mismo día, y en el mismo año de 1616, fallecieron Miguel de Cervantes y William Shakespeare. En Cataluña, además, la Diada de Sant Jordi” es toda una tradición —la que dice que los hombres regalan rosas a las mujeres, y éstas les regalan un libro—, volcada también con la celebración del libro y del acto de leer.
Resulta, así pues, un día perfecto para recordar la vasta obra literaria de este autor, que se desarrolla de forma ininterrumpida durante seis décadas. Sus Obras Completas se componen de 47 volúmenes y más de treinta mil páginas, y abarcan diarios, reportajes, artículos, ensayos, biografías, novelas y algunos poemas, todo ello procedente de unos 120 libros distintos. La mayor parte de sus obras están escritas en catalán, su lengua materna y con la que se sentía más cómodo, aunque en momentos puntuales y bajo circunstancias concretas también escribió en español, casi siempre en sus colaboraciones en prensa.
Sus artículos de opinión, las crónicas periodísticas y los reportajes sociales se han convertido en un valioso testimonio de la historia del siglo XX, no sólo catalana y española, sino también europea y mundial, gracias a sus periodos como corresponsal de prensa en distintos destinos, y a la profusión de sus viajes.
Josep Pla nació en Girona y se trasladó a Barcelona con la intención de estudiar, primero, Medicina, y más tarde Derecho, aunque abandonó ambas carreras. A pesar de su descontento con el mundo académico, Pla sentía un profundo interés por la literatura y el periodismo, lo que hizo que acudiera con asiduidad a las tertulias de los círculos intelectuales barceloneses, que se reunían habitualmente en el Ateneo. Allí se convirtió en un lector compulsivo; tomó contacto con intelectuales, políticos y periodistas de todo pelaje, y comenzó su trayectoria profesional en el mundo del periodismo y su carrera como escritor.
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Josep Pla i Casadevall
(Palafrugell, Girona, 8-III-1897 – Llofriu, Girona, 23-IV-1981). Periodista y escritor. Nació en el seno de una familia de pequeños propietarios rurales —fue el primogénito de cuatro hermanos— y creció en un ambiente payés, hecho que el futuro escritor tuvo siempre muy presente. Tras cursar estudios de bachillerato en el colegio de los hermanos maristas de Girona, se matriculó en el curso preparatorio de ciencias con la intención de estudiar química y medicina; sin embargo, pronto se pasó a Derecho, debido a la masificación y al desorden que, según él mismo refiere en sus escritos, reinaban en la rama de ciencias. Su temprano interés por la literatura y el periodismo le hicieron aproximarse a los círculos intelectuales barceloneses reunidos habitualmente en el Ateneo, donde se convirtió en un lector compulsivo y frecuentó a intelectuales, políticos y periodistas. Desmitificando sus inicios, en el libro Barcelona, una discussió entranyable cuenta que empezó a frecuentar el Ateneo barcelonés para huir del frío de su pensión. >> Seguir leyendo la biografía de Josep Pla i Casadevall en la Gran Enciclopedia Española