Tal día como hoy, hace 515 años (el 4 de agosto de 1496), Bartolomé Colón, hermano del almirante Cristóbal Colón, fundó la ciudad de Santo Domingo —la actual capital de la República Dominicana— en la margen izquierda del río Ozama. La bautizó con este nombre porque así se llamaba el progenitor de la familia Colón —o quizá porque ese hecho sucediera en domingo—. La fecha exacta, no obstante, todavía genera controversia, ya que ciertos historiadores afirman que esa fundación se retrasaría en un año (1497) y otros en dos (1498).
De todas formas, lo que sí parece cierto es que no fue la primera fundación o asentamiento en territorio del Nuevo Mundo por parte de los españoles, si tenemos en cuenta que a finales de 1493 se estableció el poblado o villa de La Isabela, en la misma isla, desde donde partieron las primeras expediciones que Cristóbal Colón organizó para adentrarse en tierra firme en busca de yacimientos de oro. Al parecer, fue el descubrimiento al sur de La Isabela de unas minas de oro durante una de esas expediciones, lo que llevó a los españoles a trasladarse al solar de lo que fue la primera Santo Domingo.
La primera, porque debido a las consecuencias de un huracán que asoló, en julio de 1502, la región y la primera trama urbana de la futura capital dominicana, el entonces gobernador de la isla de La Española, fray Nicolás de Ovando, decidió trasladarla a la margen opuesta del río, su emplazamiento definitivo. Fue el propio Ovando quien diseñó el trazado urbano de la ciudad, con sus calles y edificios fortificados, civiles y religiosos.
El rápido crecimiento de la urbe —el 7 de diciembre de 1508 Santo Domingo recibió, mediante Cédula Real, su primer escudo de armas—, auspiciado y espoleado por la continua llegada de Europa de maestros canteros, albañiles y arquitectos, hizo que se convirtiera durante las primeras décadas de la presencia española en las Américas, la ciudad más importante del Nuevo Mundo. En aquella época, por ejemplo, se levantaron las iglesias de las Mercedes, de San Santón, de San Miguel y de San Carlos, así como la sede del cabildo y el monasterio de San Francisco.
En 1990, la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, el Arte y la Cultura (Unesco) incluyó la Ciudad Colonial de Santo Domingo en su lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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Gran Enciclopedia Iberoamericana