El Greco es el sobrenombre por el que se conoce popularmente a Doménikos Theotokópoulos, uno de los artistas más importantes de la civilización occidental y el que mejor supo entender y desarrollar la corriente del manierismo en España. Nació en Creta, una isla que en aquella época pertenecía a la República de Venecia, pero su particular estilo pictórico y la mayor parte de su trayectoria artística se desarrolló en España.
En su isla natal se empezó a formar como artista pintando iconos de estilo posbizantino. Más tarde se trasladó a Venecia, donde conoció a pintores de la talla de Tiziano y Tintoretto, quienes influyeron sustancialmente en su pintura y de los que adoptó su estilo renacentista. Posteriormente, en Roma conoció a Miguel Ángel, quien le introdujo en el manierismo. La suma de estas tres corrientes artísticas conforma la compleja formación pictórica del pintor.
Más adelante se estableció en Toledo (España), ciudad en la que vivió y trabajó el resto de su vida. La obra de El Greco está basada, en su mayoría, en la temática religiosa, y está compuesta por grandes lienzos para retablos de iglesias y abundantes cuadros de devoción para instituciones religiosas. Por otra parte, también son muy reconocidos sus retratos. Se puede decir que su obra sino más admirada, sí más conocida, es El entierro del conde de Orgaz.
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