“Serveto en la prisión de Ginebra” por Pablo Ruiz Picasso (1904). El dibujo nos muestra a un Servet sedente, pensativo y demacrado que afronta con resignación su destino. Se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid.
«El 27 de octubre de 1553 Miguel Servet, español de Aragón, como él se definía, humanista, médico, filósofo y teólogo reformador nacido en Villanueva de Sijena, en la provincia de Huesca, fue quemado vivo por los calvinistas de Ginebra. Le acusaron de herejía, como ya había hecho primero la Inquisición española y después la francesa, de cuya cárcel escapó. Servet, pensador radical y, en consecuencia, arriesgado, autor de unos pocos libros de gran calado intelectual, quería “restituir el cristianismo” a sus doctrinas y prácticas originales, las anteriores al Concilio de Nicea del año 325. En esa época, según él, ni unas ni otras se habían contaminado con dogmas incomprensibles como el de la Trinidad de Personas en un solo Dios ni con costumbres como la de bautizar a niños desprovistos de libertad y de fe propias. En conjunto, Servet proponía todo un sistema de pensamiento y de acción que ninguna de las instituciones religiosas podía aceptar sin renunciar a sus tradiciones y sus costumbres, que él estimaba anticristianas y profundamente corruptas.»
Biografía
(Villanueva de Sijena, Huesca, 29-IX-1511 – Champel, Ginebra, Suiza, 27-X-1553). Miguel Servet, llamado también Miguel de Villanueva, Michel de Villeneuve o, en latín, Michael Servetus (su nombre auténtico era Miguel Serveto y Conesa, alias «Revés»). Teólogo, médico y humanista. Las controversias sobre su fecha de nacimiento (1509 o 1511) o sobre el lugar (Villanueva de Sijena o la ciudad Navarra de Tudela) que han rodeado a la figura de Serveto (forma original de su apellido) o Servet (conocido así a raíz de la traducción al francés de su nombre a partir de la forma latinizada Servetus) proceden de su propia época.
