Tal día como hoy, un 28 de octubre de 1999, fellecía a los 96 años, el último mito vivo de la Generación del 27, una de las cumbres de la poesía española de todos los tiempos. Rafael Alberti fue un poeta cabal, un pintor sensible, un dramaturgo comprometido, un político pacífico. Cantó a la libertad, al mar, al amor, a la paz y a los pueblos. Premio Cervantes y Mariano de Cavia de periodismo, renunció al Príncipe de Asturias por sus convicciones republicanas.
El ángel bueno
Vino el que yo quería
el que yo llamaba.
No aquel que barre cielos sin defensas.
luceros sin cabañas,
lunas sin patria,
nieves.
Nieves de esas caídas de una mano,
un nombre,
un sueño,
una frente.
No aquel que a sus cabellos
ató la muerte.
El que yo quería.
Sin arañar los aires,
sin herir hojas ni mover cristales.
Aquel que a sus cabellos
ató el silencio.
Para sin lastimarme,
cavar una ribera de luz dulce en mi pecho
y hacerme el alma navegable.
Rafael Alberti
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Rafael Alberti
(El Puerto de Santa María, Cádiz, 1902). Merello. Estudió con los jesuítas hasta 1916, en que su familia se trasladó a Madrid. La recreación y la nostalgia de las vivencias y del paisaje de su …
