El 23 de octubre de 1977 el presidente de la Generalitat de Catalunya en el exilio desde 1954 hasta 1977, Josep Tarradellas i Joan, regresó a Barcelona. El político catalán saludó desde en el balcón del Palau de la Generalitat a los miles de personas que abarrotaban la Plaça de Sant Jaume y pronunció la popular frase “Ciutadans de Catalunya: ja soc aquí!” (Ciudadanos de Cataluña: ¡ya estoy aquí!).
Tarradellas marcó la historia de Cataluña. Fue uno de los fundadores de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y ocupó varios cargos antes de convertirse en el presidente de la Generalitat en el exilio en 1954. Su vuelta a Barcelona fue vista como una victoria de la resistencia política catalana tras casi cuatro décadas marcadas por la dictadura del general Franco. Tras unas duras negociaciones con el entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, la recuperación de la Generalitat como institución de autogobierno de Cataluña simbolizó el triunfo de su tenacidad por conservar la legitimidad democrática de la institución durante el franquismo.
Tarradellas defendió siempre que la resolución de los problemas de los catalanes estaba indisolublemente unida a la Generalitat, es decir, a él mismo. “No aceptar esta premisa sería un fracaso para todos y representaría ser condenados una vez más a seguir yendo a remolque de ambiciones o ilusiones alocadas en que, como ha sucedido otras veces, solamente encontraríamos decepciones que han sido cruentas y hemos pagado duramente”.
El rey Juan Carlos I había firmado el real decreto en virtud del cual la Generalitat quedaba restablecida, y Josep Tarradellas se encontró de nuevo con los políticos catalanes en Perpiñán (Francia), el 3 de octubre de 1977. “Todo parece indicar que esta será la última reunión que celebraremos fuera del país”. Habían sido 38 años de exilio.
En aquella reunión se trataba de definir cómo se materializaría una ilusión colectiva: el retorno del presidente, que conllevó el siguiente calendario. Después de despedirse de las autoridades francesas, se trasladaría primero a Madrid. En la capital del Estado, ante todo, cumpliría con el protocolo: audiencias con el Rey, el presidente Suárez o los ministros (incluido el vicepresidente y capitán general, Gutiérrez Mellado) y visita al Congreso de los Diputados. Naturalmente, se alojaría en el hotel Palace, “según la tradición de Macià y Companys”. Después, Barcelona. Llegaría, triunfal, el domingo 23 de octubre, cuando pronunció su popular y mencionada frase: “Ciutadans de Catalunya: ja soc aquí!”.
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